"Veneno me permitió despedirme de mi amiga"

Autorretrato: Paca, La Piraña

Resistiendo al frío, al miedo y a la lluvia de piedras. Su vida. Sus anécdotas. Sus sueños.

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Estuvo durante días admirando el DNI. Desvela Paca, La Piraña, mientras observa la foto que está colgada en la sala de la entrevista. Era off the record, pero “nena, cuéntalo”- insiste. “Aquel día fue el día más feliz de mi vida”, continúa la actriz.

Francisca Aracil Cáceres, en su DNI. Paca, La Piraña para sus amigas. La protagonista del gran fenómeno internacional Veneno y, ahora, de su segunda parte, Vestidas de azul (estreno este 17 de diciembre en atresplayer), hace un autorretrato de su vida.

La historia de los 61 es la historia de la niña

Ahora con 61 años y miles de recuerdos a sus espaldas, “siempre había soñado con ser una gran diseñadora de moda”, explica, “sin embargo, la vida me llevó por otro camino”, añade.

A los 55, toda su vida cambió. Empezó de cero: Se fue a Almería, comenzó de limpiadora y los Javis llamaron a su puerta.

"Fue un regalo". Veneno es la historia de una parte de su vida. Y, aunque no lo sabía, “me permitió despedirme de mi amiga Cristina”.

La historia de la niña es la historia de los 61

No ha tenido una vida fácil, pero "siempre he sabido salir adelante, he luchado por vivir”, cuenta.

Los años que ejerció la prostitución, los más duros: “Me levanté muchos días preguntándome por qué me había tocado esa vida”, afirma.

Resistiendo al frío, al miedo y a la lluvia de piedras

La entrevista acabó y Paca no había dejado de (ad)mirar la fotografía de la sala en ningún momento. Era la imagen de Kathrine Switzer, la primera mujer que corrió una maratón de forma oficial -la de Boston-. Después vinieron, muchos más.

Recuerdo que creí que íbamos a hablar durante mucho tiempo de todas esas cosas de las que ya nadie habla... Conversamos más de una hora, Paca.

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